Los ingenios mineros asentados en la ciudad de Potosí no reciben agua de la Administración Autónoma para Obras Sanitarias Potosí (Aapos). Y así enfrentan graves limitaciones para su funcionamiento.
El gerente técnico de Aapos, Manuel Calizaya, explicó que hace tres meses se analizó el tema de la distribución de agua habiendo decidido cortar el servicio a todos los ingenios, lo cual se dio tras la denuncia presentada por el diputado masista Víctor Borda.
Aapos cerró las siete válvulas que permitían el paso del agua a igual número de ingenios de la zona baja, pero anteriormente también quitaron el servicio a los que recibían el líquido de la aducción Chalviri.
Actualmente, ningún ingenio minero recibe el agua que distribuye Aapos cuyo gerente técnico informó que han priorizado contar con un reservorio de líquido para su respectiva distribución entre la gente de la ciudad de Potosí.
PELIGRO
Los dueños de ingenios advierten que están pasando un momento muy delicado y que debido a la falta de agua para la recuperación de los minerales podrían enfrentar la paralización del aparato productivo minero y por ende de toda la economía regional.
Un empresario minero que no quiso dar su nombre, dijo que están obligados a comprar el agua que traen en carros cisterna, cuyo elevado precio encarece el sistema de producción.
El presidente de la Asociación de Ingenios Mineros de Potosí (AIMP), Jaime Uzquiano, ya había advertido que, de cortarse el agua, a las plantas de tratamiento de minerales se inviabiliza el principal rubro de la economía, porque la ciudad y el Departamento de Potosí tienen a la minería como principal generador de fuentes de trabajo, recursos que dinamizan la economía y un excedente que llega a la Gobernación y a los municipios a través de la regalía minera.
Se conoce que alguna gente se dedicó al transporte de agua de comunidades cercanas a la ciudad para su venta a los ingenios mineros, tal sería la ganancia que genera esa actividad que en pocos meses los traficantes de agua lograron duplicar el número de sus cisternas.
Los transportadores de agua saben que se trata de una actividad ilegal pero, pese a ello, continúan con ella porque existe un mercado seguro en los ingenios mineros.
Los dueños de las diferentes plantas de tratamiento de las cargas mineralizadas optaron por recircular el agua y quienes son parte de la AIMP perciben el líquido que se recupera de las colas que día a día van a un dique de colas que se encuentra en la localidad potosina de San Antonio.
Fuente: periódico "El Potosí"
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